jueves, enero 22, 2009

Dar por sentado...

Muchas veces uno piensa que las personas con las que convive a diario, es decir, la familia, ya saben cuánto los queremos... quizá el que estén ahí, junto a nosotros, nos da pie a pensar que, además de eso, deben o tienen la obligación de entendernos, comprendernos, ayudarnos y respetarnos.
No. Eso no es cierto.
Y entonces cuando la otra persona dice: no, yo no voy a hacer esto por ti, nos sentimos ofendidos.
No hay peor cosa que dar por sentado el cariño, el respeto, el apoyo. Nadie está obligado a querernos ni a respetarnos ni apoyarnos ni entendernos ni nada de nada.
Eso es algo que uno debe ganarse día a día. A veces los demás necesitan que le preguntes: ¿cómo estuvo tu día? O simplemente decir un: te extraño o te quiero.
Nunca están de más esas palabras...
Yo las aprendí ya un poco tarde. En mi familia esas cosas no se dan... simplemente no existen. Por una cosa u otra, pero no existen. 
Eso también lo ha hecho díficil. El ahora decirles: Te quiero, saca de onda a mis hermanas e incluso a mi madre. Pero no por eso dejo de decirlas.
Pienso que es importante hacerlo, es decirle a la otra persona cuán importante es también en tu vida, y quién sabe, quizá en ese momento esa persona se sentía mal y ya le hiciste su día!!!
Eso incluso motiva a que los demás se sientan partícipes de nuestra vida y entonces nunca se dé por sentado alguna ayuda, porque estará ahí incondicionalmente.

viernes, enero 16, 2009

Matrimonio... matrimonio

Hay momentos en nuestras vidas en que es mejor tomarse un descanso, respirar, mirar al cielo y preguntarse qué has hecho bien o has hecho mal... Ese momento en que te detienes y te preguntas si todo lo que has hecho realmente vale la pena... Ese momento es ahora para mí.
Justo ayer, cuando platicaba con Ana Laura, que me detuve un segundo y pensé: "Vaya que cambia la vida cuando te casas".
Y no, no significa que me arrepienta o esté pasando por un mal momento... al contrario!! Puedo decir firmemente que para mí, este es el mejor momento de mi vida, aunque por supuesto he pasado por situaciones difíciles de adaptación, pero soy inmensamente feliz y eso es lo que cuenta.
El cambio del que hablo es más de esencia, más de cómo los demás cambian contigo. Me explico mejor.
Resulta que mi amiga Ana Laura tiene ya casi 5 meses de embarazo. Ayer mientras hablabamos me percaté que nuestro tema de conversación era: comida, bebé, suegras, casa, esposo... Y no, no es que no me guste chismear al respecto, más bien me desconcierta la Ivonne que los demás ven en mí como para ya no hablar de los temas de siempre y sólo centrarnos en cosas del matrimonio.
Eso sin contar que los amigos ponen una "ley del hielo" a los recién casados. Como si no quisieramos ir a fiestas, reuniones, pláticas, en fin, salir con los amigos!! Y es que ya no te invitan a salir como antes y ni qué decir de los desayunos o comidas con las amigas!
Ha sido difícil en ese aspecto, pero por lo demás puedo afirmar que soy feliz.
Y quién sabe, quizá pronto les dé una sorpresa llamada Matteo o Emilia... O ambos! Jajajaja! Y así ya esté a tono con Ana Laura!