jueves, enero 22, 2009

Dar por sentado...

Muchas veces uno piensa que las personas con las que convive a diario, es decir, la familia, ya saben cuánto los queremos... quizá el que estén ahí, junto a nosotros, nos da pie a pensar que, además de eso, deben o tienen la obligación de entendernos, comprendernos, ayudarnos y respetarnos.
No. Eso no es cierto.
Y entonces cuando la otra persona dice: no, yo no voy a hacer esto por ti, nos sentimos ofendidos.
No hay peor cosa que dar por sentado el cariño, el respeto, el apoyo. Nadie está obligado a querernos ni a respetarnos ni apoyarnos ni entendernos ni nada de nada.
Eso es algo que uno debe ganarse día a día. A veces los demás necesitan que le preguntes: ¿cómo estuvo tu día? O simplemente decir un: te extraño o te quiero.
Nunca están de más esas palabras...
Yo las aprendí ya un poco tarde. En mi familia esas cosas no se dan... simplemente no existen. Por una cosa u otra, pero no existen. 
Eso también lo ha hecho díficil. El ahora decirles: Te quiero, saca de onda a mis hermanas e incluso a mi madre. Pero no por eso dejo de decirlas.
Pienso que es importante hacerlo, es decirle a la otra persona cuán importante es también en tu vida, y quién sabe, quizá en ese momento esa persona se sentía mal y ya le hiciste su día!!!
Eso incluso motiva a que los demás se sientan partícipes de nuestra vida y entonces nunca se dé por sentado alguna ayuda, porque estará ahí incondicionalmente.

No hay comentarios.: