viernes, junio 30, 2006

2 de julio

Siempre pensé que eso de las elecciones era algo muy tedioso y hasta cierto punto aburrido, aunque he de confesar que al cumplir la mayoría de edad, lo primero que hice fue correr al módulo del IFE y sacar mi credencial de elector, ja!
Hace 2 años que espero ese día... ese 2 de julio y del que sólo me separa un día un par de horas.
Y es que ver las elecciones desde uno de los mejores palcos, no es una oportunidad cualquiera.
¿Por qué espero ese día desde hace 2 años? Porque de lo contrario, ya me hubiera ido de mi chamba! El periódico Reforma no es cualquiera, y no es lo mismo trabajar aquí que en otro medio de comunicación y decir: "sí, hubo elecciones", a "sí, hubo elecciones y las viví desde primera fila".
Estoy emocionada, ojalá y sea como lo imagino, aunque he de confesar que me hubiera encantado participar más "activamente" en este proceso, pero bueno, para qué se queja uno si las cosas no cambiarán?
Espero poder contarles qué me parecieron y todo el rollo que se armó aquí en Reforma.
Aunque puedo adelantarles que ya nos avisaron saldremos hasta pasadas las 2 de la mañana del 3 de julio... qué tal!!
Los editores están vueltos locos, piden y piden notas que según ellos saldrán el 2 de julio... ya quiero ver! Pero lo que si YA quiero ver, es el encabezado del 3 de julio.
Luego les cuento qué pasó!

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jueves, junio 29, 2006

Mis próximas vacaciones


Tamarindo, Costa Rica
Originally uploaded by GlenCooper.
Quiero ir a la playa. Conocer otro país y el pretexto es dónde pasaré mis vacaciones. Obvio, la playa. Y ya decidí. Y ya tengo fecha. Y les dará una envidia... Costa Rica. Qué tal!!

Les pongo unas fotos que encontré en una paginilla muy buena, del lugar a donde iré. Ayyyyyyyyyy!!!!!!!!!!!!!!

Sondeo

"Tengo razones de sobra para odiarte, pero me basta una sola para amarte", eso dice la canciocita que escucho en estos momentos y de la que me río.

Sí, me río... pero porque dice la verdad =)

Hoy ya no siento lo mismo. Estas dos últimas semanas me he hecho cargo de mí misma y me he sentido bien. Me hace bien no pensar en "qué hago sin él", porque tengo muchas cosas qué hacer sin él!!!

Una amiga en común plantea un reencuentro para "sacar pensamientos y sentimientos". ¿De verdad se aprovechará la oportunidad, tal vez única y última, para sacarlos? Tengo mis dudas.

Habla de estar emocionado... ajá. De que me extraña... ajá. De que querrá que el día que nos veamos tenga 60 horas... ajá. De que... no sean morbosos!!!!! ya no diré nada al respecto hasta ese día (si es que pasa, aún lo pongo en duda).

Pero ustedes díganme, ¿creen que tendrá el valor de enfrentarme?

lunes, junio 26, 2006

La fotografía de unos ojos sin luz

La fotografía de unos ojos sin luz

Por Ivonne Paredes

OAXACA.- Todo está listo. En menos de cinco minutos, toca la cara y brazos de su objetivo, toma su distancia y coloca arriba de su cabeza su cámara fotográfica. Antes de realizar la única toma, sólo le hace una petición: le hable con voz alta para poder ubicarlo, ya que no puede verlo; es ciego.
El único fotógrafo profesional invidente en México carga su Yasika T4 a donde va, ya que para él cualquier momento puede ser propicio para captar un instante.
Gerardo no puede ver desde hace 14 años y, aunque no le gusta hablar de su enfermedad, afirma que padece Retinopatía Diabética, una complicación de la diabetes que posee desde que tenía 10 años.
Aún con la sombra en sus ojos, es orientado no sólo por sus instintos, sino por sus otros cuatro sentidos.
"Mis fotografías no son visuales. Lo que tomo es emocional, es lo que siento", reflexiona.
Una de las fotos que más le gusta es aquella que realizó en Monte Bello, Chiapas. En ella, ocho pequeños indígenas se encuentran sonriendo en un primer plano y, como fondo, la laguna es testigo del momento.
"Eran niños indígenas cafetaleros que se me acercaron. Pude sentir su emoción al decirles que les tomaría una foto. Les dije 'si se dejan tomar una foto, les compro café', y de inmediato se colocaron", recuerda.
Sin embargo, la mayoría de su trabajo es acerca de Sergio, un joven también invidente del poblado de San Lorenzo Texmelucan, en la Sierra Sur de Oaxaca, a quien realizó una serie fotográfica llamada "Fronteras", expuesta en el Centro de la Imagen de la Ciudad de México en 1999.
Dicha colección formó parte de "El Espacio de lo Diverso", donde se conjuntó con la obra de otros fotógrafos y que visitó la Fototeca de Veracruz y Monterrey.
"Sergio es un alumno ciego del centro de rehabilitación del DIF, su lengua materna es el zapoteco y casi no hablaba el español. Lo fotografié por su personalidad. Es un reconocimiento de cómo los seres humanos logran con base en esfuerzo, ímpetu y tenacidad, sus planes", narra, quien habla perfectamente el inglés y ha tomado cursos de liderazgo en Oregon, Estados Unidos.
Con celular en mano y constantes sonrisas enmarcadas por su barba, se dirige al fondo del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo donde se encuentra un pequeño jardín. Ahí sólo los sonidos del viento y los pájaros logran penetrar la quietud del recinto.
Al mismo tiempo que confiesa su gusto por la música sensual, la brasileña y el lounge, se reconoce experto en preparar cocteles, aficionado al futbol e incansable navegador de internet.
A sus 38 años, transita por la calle enfrentando la ceguera, "una frontera difícil tanto para el que ve como para el ciego".
Para "Temo", como lo llama su madre, el ser invidente no es impedimento para tomar fotografías, ya que "sólo es una relación de comunicación con los demás".
"El no ver no me limita en nada. Tomo fotografías porque es una manera de decirle a los demás que se den chance de abrirse a otros mundos, que pueden encontrar mucha riqueza interna, emocional y espiritual en ellos mismos", expresa, mientras sus manos grandes y morenas tropiezan con la grabadora.
Con gesto adusto, recuerda cómo un día, por casualidad, se acercó a lo que ahora tanto le gusta, y afirma que no necesita ver para fotografiar, pues las imágenes las lleva en la mente y las sensaciones en el corazón.
"Un día en broma le dije a la directora del Centro: 'oye Claudia (Salcedo), ¿cómo le harías para enseñarle a tomar fotos a un ciego?' Ella se rió, sacó su cámara y me dijo: 'a ver, tómale, a ver qué pasa'.
"En ese momento dije a ver, no voy a andar disparando porque eso no tiene sentido, cualquier individuo puede estar disparando la cámara. Tengo que pensar, darme cuenta a qué le quiero tomar fotos, ya que no hay estimulo visual", recalca.
Gerardo toma fotografías desde 1996 y, aun cuando no se asume como un fotógrafo profesional, habló como un experto. Se refirió a la única herramienta que usa para tomar fotos: el sonido; a que no se centra en la nitidez de las imágenes, sólo a transmitir sus sentimientos; de precios de papel y de los espacios en los que se han publicado.
El también asiduo lector de El Marqués de Sade dice contar con más de 600 fotografías, aunque 450 de ellas todavía están en negativos y contactos, ya que el papel resina -su preferido-, es muy caro.
Gerardo usa el braille en sus fotografías -el cual aprendió a los 27 años en el Centro Internacional Pro Ciegos del Distrito Federal. Les imprime una descripción, título o frase característica de lo que sintió al momento de tomarla.
Recuerda que su primera fotografía fue la de un policía que trabajaba en el Centro Fotográfico, la cual es a color y también tiene una frase impresa en braille.
Antes de hacer una fotografía, Gerardo tiene contacto físico con la persona. Toca su rostro, sus manos y sus brazos para poder conocerla. Tal cual les enseña a otras personas invidentes en su labor diaria en el Centro de Rehabilitación del DIF Oaxaca.
Después, se deja llevar por el sonido, guarda su distancia y, generalmente, sólo realiza una toma.
"La cámara no siempre me la pongo acá (altura de los ojos), a veces me la pongo aquí (arriba de la cabeza, cintura, pecho). A veces me acuesto y la tomo de lado. Éso es lo padre de la ceguera, no importa si me agacho y acuesto, lo importante es que ya ubiqué de donde viene el sonido y la altura", afirma mientras toca su reloj en braille.
Aunque asegura manejar los encuadres, Gerardo no se deja llevar por si el objetivo entra perfectamente en la fotografía.
"Igual y te mocho el copete, pero si tu cara salió, me doy por bien servido (...) No me he puesto a pensar en la técnica, estoy en proceso de asumirme como fotógrafo y tal vez soy ideático, pero hasta que viva de eso, podré decir que soy fotógrafo", añade.
Sonriendo, recuerda que el mayor pago que recibió por sus fotografías fue cuando 26 de ellas se publicaron en el libro "Diálogo en la Oscuridad" y, aunque su interés no es hacerse rico, dice le encantaría poder vivir de eso.
"Casi no he vendido fotografías. Unas personas de la Ciudad de México vinieron al Centro Fotográfico y les gustaron algunas, y me compraron seis; a 300 pesos cada una (...) Para el libro se escogieron 26 fotos y me dieron 5 mil pesos por ellas", dice.
Confiesa que su trabajo también se ha publicado en revistas como Luna Córnea -en un número dedicado a los invidentes-, y Zona Cero.
En "Diálogo en la Oscuridad", Gerardo comparte espacio con el esloveno Evgen Bavcar, también fotógrafo invidente. Sin embargo, asegura que éste se concentra más en la necesidad que tiene por una imagen.
"Bavcar hace fotografías con movimientos de luz, lo que provoca que se vean como si tuvieran niebla (...) Además de que monta escenas para fotografiarlas. Yo soy más de gente, más espontáneo, y él no", afirma.
Se considera hedonista, pues al sentirse a gusto con alguien, decide tomarle fotos, logrando así su único objetivo: comunicarse y transmitir sus emociones.
"Junto los momentos en que me siento bien y hay algo que me impulsa. No tomo fotos nada más por tomarlas", comenta mientras suelta una carcajada, y menciona que imparte un taller de fotografía dos veces al año para lograr que las personas videntes utilicen todos sus sentidos para construir imágenes.
No le gusta complicarse, y es por eso que usa una cámara automática. No utiliza tripié, todo lo hace con sus manos; sólo dibuja una línea horizontal imaginaria. Y, en cuanto a la luz, cuenta también con un flash automático.
Con molestia en su rostro, Gerardo enfatiza que hay gente escéptica por su trabajo fotográfico, que lo ven más con morbo, pues no entienden la paradoja entre aquellos que a pesar de carecer de un sentido, realizan trabajos visuales dignos de ser admirados por quienes poseen todos sus sentidos.
Fiel a su aseveración, añade que el sentimiento más peyorativo es la conmiseración, que la mayoría de la gente se refiere a los invidentes como "cieguitos" cuando éstos también tienen habilidades y limitantes como cualquier otro ser humano.
"La discapacidad es una condición de vida, es como estar chaparrito o morenito, y éso es la ceguera para mí", reitera, quien tiene un hijo llamado Gustavo, de 9 años.
A pesar de que su acercamiento a la fotografía fue producto de la casualidad, Gerardo Artemio Nigenda tiene como proyecto a corto plazo captar con su cámara a mujeres de Juchitán, ya que le gusta la sensación que transmiten al estar sentadas fuera de su casa tomándose un café.

Gerardo Nigenda y yo en Oaxaca.

Hace ya un año fui a Oaxaca.
Parte de lo que viví ahí ya lo he narrado en una entrada anterior llamada simplemente así, Oaxaca. Sin embargo, no todo se resumió a eso.
El objetivo de mi viaje era Gerardo Nigenda.
Un joven invidente, de 39 años, quien tiene una peculariedad; toma fotografías.
Él me descubrió su corazón, y así pude conocerlo. Es una persona tan rica espiritualmente; llena de paz a pesar de su "torbellino", lleno de luz, a pesar de su aparente oscuridad...
Nunca dejó de reirse, ni siquiera cuando me pidió "cerrar los ojos", pues tenía que inyectarse su insulina. No me parecía para tanto, hasta que vi que se bajó los pantalones y tuve que hacerle caso.
No podría definir qué fue lo que más me gustó de la entrevista, aunque quizá sería más honesta al decir que me encantó la NO entrevista.
En Oaxaca él fue mi mejor guía de turistas mientras mi EX amorcito se desocupaba.
Con Gerardo conocí la Iglesia de Santo Domingo, y la describió maravillosamente; espacio por espacio, detalle a detalle, lado por lado, santo por santo...
Me llevó a una plaza donde venden alebrijes y barro negro; me paseó por el Centro Histórico, por el Hotel Camino Real, donde hay murales hermosísimos y salones para banquetes preciosos; se sabía todos los nombres de las calles... hasta me llevó a la puerta del hotel donde me hospedé. ¡Qué tal!
Gerardo es una persona capaz de lanzar un piropo sólo guiado por el tono de voz y lo que le "trasmite" esa persona. Fue así como me dijo que soy "guapísima, una persona muy noble, de buenos sentimientos y muy valiente". Viniendo de quien no pudo ni siquiera tocarme el rostro, no pudo más que halagarme y confiar en que lo soy.
Hasta me invitó a acompañarlo en septiembre a Chiapas, donde expondría sus fotografías en el llamado Festival de la Luz. No pude hacerlo, pero también se canceló.
A mi regreso redacté la entrevista, y como siempre, uno piensa que le falta la mejor parte y más y más caracteres. Me salió larguísima que ni pa'que les cuento. Pero al final creo que lo que "necesitaban" se plasmó.
Sin embargo, como les decía, de eso ya es un año cumpliditos. Y es la fecha en que no se publica, y en realidad no creo que suceda, pues el pasado sábado salió un texto, precisamente en la misma sección donde propuse el tema de Gerardo, respecto a un taller con ciegos que intentan captar una fotografía.
Pienso que era el momento oportuno de publicar la entrevista de Gerardo, pero se dejó pasar. Y oportunidades como esa, no suceden de nuevo.
Lo que hace distinto el texto respecto a Gerardo al del taller es que éste es impartido por una persona que ve; Gerardo da su propio taller incluso a personas videntes. Y sin querer menospreciar el trabajo que hacen en el taller, es sólo para amateur; mientras Gerardo es ya un fotografo profesional.
Comparto con ustedes a mi Gerardo Nigenda, el fotógrafo, quien también es padre, esposo, amante y amigo. Ah! y el mejor guía de turistas de Oaxaca! Ojalá y lo disfruten tanto como yo.

miércoles, junio 21, 2006

De todo un poco

Lo que define el rumbo es la actitud.

Ya me cansé de extrañarlo, de llorarle, de pensar en él, de recordar cada una de las cosas que pasé con él... Aunque no implica que ya las he olvidado.

Pero tengo que cerrar esa puerta, ese círculo, esa posibilidad... Tal vez algún día, viéndolo desde otro ángulo, pueda darme cuenta que todo fue por mi bien y también por su bien. Y aunque por el momento aún sufro, porque sí, me duele un chingo, tengo que intentar olvidarlo.

Es cierto que he pasado, con él y con otras personas, situaciones inverosímiles, pero también es cierto que me han hecho más fuerte, y que si ya me levanté una vez, también puedo hacerlo ahora...

¿Dramas?

Y ahorita acabo de recibir un correo de alguien quien me pide no hacer dramas por pedirle que me quite de su blog ante la posibilidad de que personas indeseables lo lean...

¿Por qué dramas? ¿Será porque a ella desde el primer día que la conocí quería que leyera su bló y deseaba que los demás conocieran sus más recónditos pensamientos y deseos?

Puede parecer que soy demasiado quisquillosa; en realidad no me gusta exhibirme.

Sueño

Esa es otra causa por la que he tomado la decisión de terminar con este dolor en mi corazoncito... Resulta que por la mañana, justo al tomar mi toalla para meterme a bañar, mi hermana me pregunta: "¿qué soñaste?".
Adormilada y extrañada a la vez le pregunté el por qué.
"Es que estabas atacadísima de la risa", me contestó.
Ya hasta mi alma se ríe y ni cuenta me doy... chalesssssssssssss

lunes, junio 19, 2006

apapacho... púchale, púchale!!!



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Oaxaca

¿Habrá un alma gemela?

Ya no lo creo. Antes sí, pero ahora ya no.

Vuelve a estar en Oaxaca... a pesar de todo, me preocupa lo que le pase, más cuando pasan cosas que lo exponen... debería estar indiferente a tal situación. No puedo.

Cierro mis ojos y puedo verlo parado frente a mi, con una sonrisa que ya no era ocultada por un bigote. Al abrazarlo pude sentir que estaba más fresco que yo. Toda la madrugada en camión debía cansarme algo!! Y sólo atinó a decirme "te extrañé", seguido por un beso.

Al salir de la central ni siquiera vi a la gente, vaya, ni siquiera supe lo que le dijo al taxista. Sólo podía verlo. Era tan feliz!

Y dormir a su lado... abrazada a él... No había nada como dormir abrazada a él. Me hacía tan fuerte y tan débil, tan vulnerable.

Ver Oaxaca desde la terraza del hotel Victoria fue algo de lo más romántico y sí, sólo pudo ocurrirsele a él.



No hacía falta nada. El tiempo no importaba. Todo era perfecto. Hasta comer tasajo (cuando odio la carne roja), y tomar más de 2 cervezas (para los que no saben, con una ya me estoy durmiendo).

Mi debilidad y lo que me hace fuerte. Todos mis amigos ya se cansaron de decirme que es un hombre que no vale la pena, que no me merece... irónicamente yo también lo sé.

canción...

Para entender...

viernes, junio 16, 2006

Proceso de maduración

No siempre podemos ser felices. Pero hay que intentarlo.

La vida nos pone obstáculos en el camino. Pero hay que esquivarlos.

A veces nos preocupamos por cosas que no valen la pena, que dejamos de lado aquellas que en realidad sí importan. Como uno mismo.

He vuelto a llorar. Pero ya no por él, sino por mí.

jueves, junio 15, 2006

15 junio

Sigo buscando el por qué hay un abismo que a pesar de ser eso, me impide olvidar.
Hoy le he vuelto a llorar.
Tres de mis mejores amigas se casan. Hace tres meses era yo quien planeaba una boda, quien pensaba en el lugar donde le gustaría casarse, la invitaciones, la fiesta, el vestido, la casa... los hijos.
Tantos sueños construidos, ¿para qué? Uno no debe enamorarse. Al hacerlo, se es vulnerable y débil. Y los demás se aprovechan de eso.
Hoy volví a ver esa fotografía que siempre pensé era la muestra de que éramos una pareja dispareja. Y hoy no puedo más que verla, ponerme triste y parecerme hermosa. ¡Qué ironía!

martes, junio 13, 2006

¿Qué harías si supieras es el último día de tu vida?

Complicado.

Toda la semana me he topado con esa posibilidad.

Lo lógico sería estar con las personas que uno quiere, pedirle perdón a quien alguna vez dañaste o lastimaste sin pensar, hacer algo que siempre tuviste ganas de hacer, comprarte algo o gastarte todo tu dinero... hay infinidad de posibilidades, y seguramente yo haría alguna de ellas.

Por un lado, intentaría abrazar a los que quiero. Le hablaría a aquél con quien alguna vez tuve algún conflicto y le pediría disculpas. Me lanzaría de un paracaídas. Ver la puesta de sol en mi playa favorita, mecerme en una hamaca y mirar al cielo... Pero en ninguna de esas posibilidades diría que es la última vez que me verán.

Sin embargo, lo que sin duda me gustaría ayudar a alguien. Cerrar mi ciclo e intentar abrir otro.

Eso es lo que me gustaría hacer el último día de mi vida. Irme con esa satisfacción.

Y como en esos momentos uno recuerda lo que más le hirió, le gustó, de lo que más se río...

Si supiera que hoy, 13 de junio fuera el último, pensaría, irremediablemente, en...

Un 18 de octubre. Cuando me titulé.

Un 18 de octubre. Cuando me fui a vivir sola.

Un 301... donde las cortinas de los grandes ventanales no eran más que papel periódico, donde se podía leer nuestra historia, que sin querer se escribió. Que tenía marcas de lo que fue un gran amor...

Un 12 de enero. Cuando construyo una hermosa nube.

Un 18 de abril. Cuando lo dejé.

Un 3 de noviembre. Cuando me operaron. Cuando me colocarían la anestesia, la doctora me dijo que recordara algo bonito. Y vinieron a mi mente las cascadas de Xico.

Un 8 de abril. Cuando lo traicioné... y en el pecado llevo la penitencia.

Un 3 de mayo. Cuando me entregaron la factura de mi auto!!

13 de junio. Porque aún puedo contarlo.

Lo que más miedo me da de ese último día es lo que pueda olvidar. Lo que pueda ya no recordar...

¿Qué harías? ¿En quién pensarías? ¿Qué te llevarías?

cambios

Hay un cambio, pero ¿dónde? Es un cambio abstracto que se apoya en... nada.

¿Será que soy yo quien ha cambiado? Es la solución más simple, pero también la más desagradable.

jueves, junio 08, 2006

Taxi maldito!

Nunca se sabe qué cantidad de malas palabras uno aprende conforme pasan los años Claro, hasta que es necesario usarlas.

En realidad ya no recuerdo bien a bien cuántas dije hoy, pero lo que sí es que todos los que se encontraban a mi alrededor me miraron con asombro, y otros más me apoyaron.

El taxi era de cuatro puertas. La regla es que tiene que ser un automóvil amplio, pues a mi señora madre y a mi querida hermana no les gusta viajar apretadas...

Liliana fue la primera en subirse y se agandalló el mejor asiento, el de adelante. Mi madre se me adelantó también y se sentó detrás del chofer.

Era mi turno. Subí mi linda piernita derecha y sucedió. El #$%#$%&#$# taxista arrancó!!!!!!!!!!!!!! Casi quedo paralítica por su culpa!!!!!!!!!!!!!!!!

Todos le gritaron, hasta la trinche ñora de los jugos que me cae como su complexión; el viejito que siempre se sienta a su costado para esperar el camión de las 10.30, la vecina chismosa y hasta el muchacho con el que crucé mirada coquetona.

¡¡¡QUÉ HORROR!! Pero no por el oso que hice, del cual por cierto, tengo que aceptar que después me reí, sino porque salió a relucir la otra linda parte de mí, esa que hasta a mí me sorprendió. Ji ji ji ji!!!

Le dije... hasta de lo que se iba a morir, empezando por "idiota", pasando por "imbécil" y casi terminando con "hijo de &%$&%". Mi madre y hermana se bajaron del taxi mientras yo seguía con la letanía... Qué tal la Ivonne no?

Aún mi duele mi piernita, pero el orgullo quedó intacto. Aunque claro, tuvimos que tomar un taxi de inmediato para que le diera chance a los demás de reirse un poquito... Aunque no faltó la chistosa de mi hermana que en mi carita se atacó de la risa... pero he de confesar que minutos después yo también =)

miércoles, junio 07, 2006

Certeza

"Todos sufrimos de alguna manera".

Anoche, a pesar de mi cansancio, mi sueño y mi apatía, pude escuchar esa frase entre un cúmulo de palabras. Eso fue lo único que logró "despertarme" de ambos sueños; del que siempre me traer un olor inigualable, y del que se produce después de tener los ojos abiertos por más de 18 horas.

But I've been sleeping a thounsand years, it seems...

Y desperté. Siempre llega un momento en la vida en que tenemos que tomar decisiones. Algunas veces, un angelito llamado amigo te empuja y te hace ver la realidad.

¿Hasta cuándo vas a estar así?

Ups! Lo único que atiné a decir fue que todo en la vida es un proceso, y aunque para unos es más rápido, para otros, como yo, es más lento. Y es la verdad, aunque no por eso lo otro es mentira.

Lo único con lo que sí no coincido es con que ya no lo amo. Eso nadie puede afirmarlo, y puede parecer lo que sea. Eso es algo que sólo yo tendré el privilegio de saber con certeza.

Hay algunas personas que tienen una estrella en la frente y los hace sobresalir de los demás. Me siento afortunada de poder distinguirla en todos mis amigos.

Ya te extrañaba Ale!!!

martes, junio 06, 2006

De nuevo

Dueles más que otros días. Quizá porque no ha sido hasta hoy, después de tanto tiempo, en que te he vuelto a ver.
Y es entonces cuando me doy cuenta de que soy víctima de mi debilidad. A veces no puedo alcanzarme y me pierdo en mi misma.
Es horrible toparse con alguien desagradable porque, aunque no se dirijan palabra, el verse resulta incómodo.
Y pasó. Algo sabe, su mirada la delata. Eso me asusta.
Me pregunto qué sucedera el día inevitable en que coincidamos.
Creo que por fin me armaré de valor para tirar todos los regalos. Por lo menos el más visible, el que siempre veo por más que lo evite. Aquel con el que me dijo que su tamaño representaba el amor que sentía por mi. Justo un par de días antes de que todo acabara...

lunes, junio 05, 2006

Love Comes Tumbling

Love don't need to find a way
You find your own way
I forget that I can't stay
And so I say that
All roads lead to where you are
All roads lead to where you are
The seed is spilled, the bed defiled
For you, a virgin bride
Hide yourself in someone else
Don't find yourself in me
I can't lift you up again
Love comes tumbling down again
Love don't need to find a way
You find your own way
I forget that you can stay
And so I say that
All roads lead to where you are
All roads lead to where you are

viernes, junio 02, 2006

Una confesión de viernes por la noche, sólo para ti.

A veces el corazón nos duele tanto que no podemos ver las heridas, por más visibles que sean. Creo firmemente en que cerrar círculos en la vida es muy importante, de lo contrario, esas heridas ya no son sólo visibles, sino palpables a través de las cicatrices que nos han dejado.

Hoy recordé muchas cosas que mi corazón arrumbó por tanto tiempo y que mis pensamientos no hacían más que "darle la vuelta."

Volví a sentir las ganas y el valor que experimenté cuando intenté luchar por una relación que nunca fue mía, que nunca me perteneció. Pero más que añoranzas o lamentos del "por qué no hice esto o aquello", siento que es con él, sin dudarlo, con quien he sido más feliz.

Aprendí a encender de nuevo mis antenas y sentir la magia del amor. La energía del amor.

Aprendí a no darme por vencida sólo porque alguien lo decidió. A no bajar la cara cuando la otra persona toma una actitud cobarde, se da la vuelta y se aparta de mi vida.

Aprendí que no puedo dejar de ser yo para que los demás comiencen su peregrinar.

Aprendí que a veces es mejor un distanciamiento que una pérdida total.

Aprendí que nunca he dejado de ser libre porque no quiero dejar de serlo.

Aprendí que tengo que luchar por lo que quiero y por quién quiero.

Aprendí a valorar mis pensamientos, mis sentimientos y sobre todo a no menospreciar mis emociones. A que debo amarme antes de poder amar a los demás. A dejar ir para que se queden conmigo.

"No me arrepiento de los momentos en los que sufrí, llevo mis cicatrices como si fueran medallas, sé que la libertad tiene un precio alto, tan alto como el precio de la esclavitud; la única diferencia es que pagas con placer y con una sonrisa, incluso cuando es una sonrisa manchada de lágrimas". (mi autor brasileño que no compartiré).

Esa frase me recuerda tanto las cicatrices tan profundas que llevo en mi. A veces pareciera que tengo mil parches y que sólo me falta remendarlos para olvidarlos o para superarlos. Dicen que hablando de nuestros problemas nos desharemos de ellos con mayor facilidad. Quizá sea cierto.

Él me enseñó verme, cuestionarme y valorarme. Y me dio mucho valor para amarlo sin prejuicios ni miedos...
A pesar de todo quisiera que regresara a mi, que sepa que lo amo y que lo perdono. A pesar de todo, incluso de mi misma.

jueves, junio 01, 2006

tranquilidad


El día se vio triste.

El cielo ha sido mi cómplice y mi aliado. Se ha mostrado triste también.
A veces uno no entiende por qué pasan ciertas cosas, otras veces lo que nos parece justo para otros es injusto y viceversa, pero todo es cuestión de percepciones, como diría un escritor brasileño que me encanta: "si tan sólo nos centraramos más en las emociones que en los hechos, seríamos más felices".
Dejarse llevar por los sentimientos a veces suele ser contraproducente. Pero quizás es más contraproducente sólo pensar en lo que se hará con nuestros sentimientos.
Hay ocasiones en que el punto final es el punto de partida y un referente importante para la vida, pero uno no puede darse cuenta hasta que se está ahí.
Es triste darse cuenta hasta el final.
Y desgracidamente la vida no es como en las telenovelas, donde los finales son felices.
Sueño tranquilizador.
Salida de la nada, vino a buscarme para llevar a x lugar, pero que según decía era "importante y urgente que fuera".
Nos veía en lugar grande, con mucha gente y ruidos ensordecedores. Gente caminando a mi alrededor, sin decir palabra; después vi un avión. (Supuse entonces era el aeropuerto).
Corrimos, me paralicé y me senté a llorar y llorar. Ella estaba a un lado y sólo me miraba.
Y sentí su mano en mi hombro, levanté la mirada y ahí estaba él. Se agachó y me abrazó.
Sólo acertó a decir: "ya estoy aquí".
Me desperté más tranquila. Como que mi alma quien lloró y de cierta forma me liberó.
¿Cómo puede uno liberarse con un sueño?