Pudiera hacer una gran lista con todas las cosas que me hubiera gustado me enseñaran antes de aprenderlas por mi misma, pero se resumen en unas cuantas... ahí van.
Paciencia. Soy demasiado desesperada, quiero que todo sea inmediato... mi lema es: "para qué esperar si puedes tenerlo ahora mismo?" La respuesta a eso: Porque quizá si esperas, puedas tener algo mucho mejor.
Tolerancia. Está de más decir que si soy desesperada, por ende mis niveles de tolerancia son casi nulos. Pero aquí debo aclarar algo. De verdad hay gente que se pasa... a veces confunden la tolerancia con idiotez.
Cocinar. Me gustaría alguna vez sorprender a mi pareja con una rica cena, tipo gourmet, preparada por mis lindas manos... Esos secretos de qué ponerle a la carne para que esté blandita o qué ingrediente ponerle a las vinagretas para que salgan mejor, no deberían ser exclusivos de los chefs... deberían enseñarse a todas las personas desde que están pequeños. En algún momento de nuestras vidas lo agradeceríamos.
Estar solos. Es difícil, muy difícil poder estar con uno mismo sin asustarse. Deberían enseñarnos cómo estar con nosotros mismos, en silencio, aprovechar ese momento, tener una conversación con nosotros y salir bien librados de ese momento. Difícil. Muy difícil.
Perdonar. Más difícil que cualquiera de las antes mencionadas. Me gustaría que alguien me dijera cómo lograr que el corazón deje de doler cuando fue gravemente lastimado. Cómo dejar pasar las cosas, cómo decir: "está bien, así eres tú, lo acepto, me lastimas, me voy", sin ser hipócrita, sin guardar rencores, sin que en verdad te importe... y que el corazón deje de doler.
No olvidar. No sólo para que las cosas no vuelvan a pasar, sino para que sucedan de nuevo, para hacer a alguien feliz con un detalle porque nos acordamos de una fecha, para dar más.
Pelear. Sí, pero no a golpes, eso te lo enseña cualquiera. Pelear con otro con argumentos, no con sentimientos... pues es la única manera de ganarla.
No tomar las cosas personales. No todo se trata de nosotros, quizá para algunos seamos su mundo, pero para otros sólo somos piezas de él.
En fin, podría seguir con la lista y estoy segura se haría interminable, pero quizá son las más comunes y por eso, porque estoy segura le pasan a la mayoría de nosotros, deberíamos enseñarlas a otros.