lunes, marzo 09, 2009

Enseñanzas...

Hay cosas que nadie nos enseña, que cada uno debe aprender conforme las circunstancias... pero cosas que deberían enseñarnos... por solidaridad.
Pudiera hacer una gran lista con todas las cosas que me hubiera gustado me enseñaran antes de aprenderlas por mi misma, pero se resumen en unas cuantas... ahí van.

Paciencia. Soy demasiado desesperada, quiero que todo sea inmediato... mi lema es: "para qué esperar si puedes tenerlo ahora mismo?" La respuesta a eso: Porque quizá si esperas, puedas tener algo mucho mejor.

Tolerancia. Está de más decir que si soy desesperada, por ende mis niveles de tolerancia son casi nulos. Pero aquí debo aclarar algo. De verdad hay gente que se pasa... a veces confunden la tolerancia con idiotez.

Cocinar. Me gustaría alguna vez sorprender a mi pareja con una rica cena, tipo gourmet, preparada por mis lindas manos... Esos secretos de qué ponerle a la carne para que esté blandita o qué ingrediente ponerle a las vinagretas para que salgan mejor, no deberían ser exclusivos de los chefs... deberían enseñarse a todas las personas desde que están pequeños. En algún momento de nuestras vidas lo agradeceríamos.

Estar solos. Es difícil, muy difícil poder estar con uno mismo sin asustarse. Deberían enseñarnos cómo estar con nosotros mismos, en silencio, aprovechar ese momento, tener una conversación con nosotros y salir bien librados de ese momento. Difícil. Muy difícil.

Perdonar. Más difícil que cualquiera de las antes mencionadas. Me gustaría que alguien me dijera cómo lograr que el corazón deje de doler cuando fue gravemente lastimado. Cómo dejar pasar las cosas, cómo decir: "está bien, así eres tú, lo acepto, me lastimas, me voy", sin ser hipócrita, sin guardar rencores, sin que en verdad te importe... y que el corazón deje de doler.

No olvidar. No sólo para que las cosas no vuelvan a pasar, sino para que sucedan de nuevo, para hacer a alguien feliz con un detalle porque nos acordamos de una fecha, para dar más.

Pelear. Sí, pero no a golpes, eso te lo enseña cualquiera. Pelear con otro con argumentos, no con sentimientos... pues es la única manera de ganarla.

No tomar las cosas personales. No todo se trata de nosotros, quizá para algunos seamos su mundo, pero para otros sólo somos piezas de él.

En fin, podría seguir con la lista y estoy segura se haría interminable, pero quizá son las más comunes y por eso, porque estoy segura le pasan a la mayoría de nosotros, deberíamos enseñarlas a otros.

domingo, marzo 01, 2009

Las suegras... ¿mito o realidad?

Es cierto, mientras no se tiene suegra ni siquiera se piensa en ella e incluso en lo que puede traer a nuestras vidas... pero mientras queramos tener una relación con sus hijos (as), las suegras siempre serán tema de discusión entre la pareja.
Unas buenas, otras excelentes, otras metiches y por supuesto, otras malignas... peor que el chicle que se te cayó al piso y que besó el diablo... pero existen, ese es un hecho y debemos intentar, por lo menos, sobre llevar la situación.
Lo más malo de las suegras es cuando te hacen creer que te quieren, que no te tienen tirria por intentar quitarle de sus brazos a sus pequeños retoños, y peor aún, hasta te dicen que quieren ser tus amigas.
Pero no, eso no es lo más malo de la historia, porque lo peor de lo peor es cuando una les cree y cae redondita en su trampa de hipocresía.
En esta categoría podrían estar aquellas mother-in-law que al concerte te ponen cara linda, pero en cuanto te das la vuelta hablan pestes de ti con quien se deje, incluso con el perro.
También están esas que te llaman por teléfono para decirte: "No vayas a lastimar a mi hijito, él te quiere mucho y es de buenos sentimientos", y en cuanto tienen la menor oportunidad ponen a sus "hijitos" en nuestra contra con comentarios como "cómo dejas que te bese así en público??" o "ya viste cómo volteó a ver al muchacho atlético y bien fornido que pasó a tu lado?" Entonces una ya no entiende. ¿Quién hiere a quién?
Sin embargo, también las hay lindas y honestas, aquellas que simplemente desean la felicidad de sus hijos con otra mujer que no sean ellas.
Les hacen de comer, los atienden en cuanto los ven llegar a la casa por sus hijas, los procuran y hasta les hacen el lunch para el trabajo.
El chiste es que siempre la peor será la primera, sí, siempre la primera. De las otras casi nadie habla, nadie se fija y ni siquiera se detienen a valorarla.
Y es que de las otras, las malas, hipócritas, cizañosas y mala leche, son de las que más hay que cuidarse... aunque siempre te presenten su carita dulce...
Sí, en cuanto su suegra no diga ni pío, alerta! Es a esa a la que más miedo hay que tenerle, porque entonces todo lo que no te habla seguro lo hablará con el hijo... pero de ti!
Ni qué decir de aquellas que hasta pancitos de te hacen... porque seguro en algunos de ellos le pusieron ácido sulfúrico para que te envenenes y no les robes a su retoño.
También aquellas que nomás se la pasan diciendo, a las 3 de la mañana, "hijito, me siento mal", y en cuanto llegas para ver qué le sucede, se le quitó el dolor... sí, por arte de magia.
Pero mientras sean peras o manzanas, lo mejor es ir con tiento con las suegritas, no está de más seguirles la corriente alguna ocasión y, por qué no, hasta hacerle un pastelito (pero sin veneno eh!)
Las buenas, las dedicadas sólo a la felicidades de los demás, siempre serán las mejores, pero por eso, las menos mencionadas. Tan tan. :P