Hace no mucho tiempo, Elisa, de 29 años, se sentía la mujer más realizada del mundo. De esas mujeres a quienes no les hacía falta nada, de ésas que eran afortunadas por tener todo lo que deseaba.
Una familia que la apoya en todo, un trabajo como ninguno, amigos siempre a su lado, el gran amor de su vida la acompañaba y estaba próxima a casarse. ¿Qué más podía pedir?, pensaban quienes la conocían.
Lo mismo le ocurría a Miguel, su pareja de 31 años. Desde los 10 años supo lo que era "ganarse el pan con el sudor de su frente". Éso y el carisma que lo caracterizaba le hicieron obtener todo cuanto quería.
Como cualquier cuento de hadas, se casaron y vivieron felices por siempre, aunque entre ellos surgió un sentimiento poco conocido por ambos.
Elisa siempre estuvo conciente de que parte de una relación era la admiración que podía causar en Miguel y viceversa.
Poco a poco y con el tiempo, esa admiración se volvió costumbre, a tal grado que ninguno se dio cuenta de ello hasta que sucedió algo que rompió el esquema de Elisa.
Miguel, como era su costumbre, acostumbraba leer todos los periódicos que tenía a su alcance. Elisa, periodista, también la tenía, pero muy rara vez la compartían.
Un día, Miguel se dirigió a ella para contarle de un reportaje "maravilloso" que había encontrado en uno de esos periódicos.
- ¡Qué manera tan genial de escribir!, dijo Miguel.
Fue entonces cuando Elisa experimentó aquel sentimiento que comenzó como un hormigueo en su pecho y se apoderó, en instantes, de todo su ser.
En ese momento, quiso ser esa periodista de la que Miguel hablaba con tanta admiración, sólo con un objetivo: que Miguel volviera a sentir eso que lo hizo enamorarse perdidamente de ella.
Tener lo que otros tienen, quizá todo se resuma a eso. Estar celoso es querer ser aquella otra persona que provoca en alguien a quien amamos, algún sentimiento que nos gustaría sintiera por nosotros.
Pero el secreto para no sentirlo es estar seguros de que lo que somos es la razón por la que esa persona está con nosotros. Aceptarnos tal cuales somos, con nuestros defectos y virtudes, cambiar aquellas cosas que nos disgustan y alimentar aquellas que nos hacen ser mejores personas.
Tener lo que otros tienen... en general es eso.
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