Pero hoy, hoy, hoy... si yo tuviera esa varita mágica podría desaparecer, en lugar de aparecer, un par de cosas que en realidad ya me repatean el hígado. Véamos.
1. Al Partido Verde. Detesto sus spots en radio y televisión, pero mucho más cuando hablan a mi casa la actriz (cita) Mayte Perroni y Raúl Araiza, otro actor (cito), y me despiertan con sus tonteras de si no votas por el Verde se te cae el mundo. Lo que no entiendo, es CÓMO CARAJOS supieron de mi número telefónico cuando se supone que lo tengo registrado en la compañía de teléfonos como PRIVADO!!
No, mi mente suspicaz no ha dejado de pensar en que quizá, sólo quizá, la misma maldita compañía le dio toda una larga lista de todos los largos teléfonos de México. LOS ODIO!
Dónde quedó entonces la privacidad? Debería estar penado que esa compañía otorgara nuestros números de casa cuando se le pide explícitamente en el contrato que no se difundan!
Si alguien sabe cómo, avisenme!
2. Los cubanos. Bueno, no todos, he de confesar que he conocido un par de cubanitos muuuyyyyy gentiles :D
Pero los cubanos que tengo como vecinos son insoportables! Son prepotentes, engreidos (es lo mesmo?mmmm) presumidos, altaneros y groseros.
Y luego con su tonito de voz que no es naaaaada sigiloso, levantan a todo mundo a la media noche cuando hablan entre ellos (gritan) y se piden cosas que ni ellos mismos entienden por hablar tan rápido y con ese acento tan raro.
3. Las náuseas. No soporto estar mareada todo el tiempo, con ganas de vomitar y con cara de fuchi y que estoy oliendo popo de perro todo el tiempo! Parezco enferma caray!
4. La carne roja. Bueno, es digno aclarar que si en estos momentos DETESTO la carne roja es precisamente porque me dan muchas náuseas y guacala nomás saber que hay en algún lado. Ahorita, nomás por pensar en ella ya siento que voy a vomitar!! Osease, gracias.
5. Los jefes lamehuevos. Ok, ok, no sólo los jefes, sino todas aquellas lindas personas que tienen por profesión única y exclusivamente dedicarse a ello. Cómo le explicas a un jefe que no debe arrastrarse tanto porque de cualquier manera no le darán lo que está pidiendo? Para qué tomarse la molestia? Qué asco!
6. Las amigas-no amigas. Sí, aquellas que sólo te buscan cuando les conviene, pero cuando tú necesitas algo, entonces desaparecen por arte de magia! Está de más explicar a fondo, cierto?
7. Los abogados. Bueno, no todos. Hay algunos buenos, pero los que detesto y quisiera que desaparecieran son aquellos que no ganan nada pero que disfrutan haciendo sufrir al cliente. Aquellos que te dejan solos en las audiencias o peor aún, aquellos que te agreden y te obligan a decir cosas que no quieres. AGRRR!
8. A todos aquellos que preguntan cuántas horas trabaja un periodista. AGRRR! Como si hubiera un horario para eso!
En fin, creo que prácticamente he nombrado todas las cosas que me gustarían desaparecieran por ahora... aclaro, por ahora... una nunca sabe a quién más detestará mañana. :D
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