Confieso que muchas veces he estado a punto de mandar todo al demonio, en una sóla semana fui a un avionazo, a la sierra, a escuchar a campesinos, a aprender de don Nicho, de Héctor, de lo que se vive día a día, de las pasiones, del coraje para luchar por algo, de la tristeza e impotencia por ver cómo a veces las cosas no dependen de uno y como se le puede quitar tan fácil sus tierras a los ejidatarios en son de "mejoras para la Ciudad" y que éstos se queden en la calle... es indignante ver cómo parece que México sigue en los años de la Revolución... pero luego les cuento a detalle de esas historias tan ricas.
He crecido. Me siento completa, y como una esponja que le gusta llenarse poco a poco y cada vez con mayor intensidad de las historias de los demás... unas tristes, otras alegres, pero al fin historias que nos hacen ver que no estamos solos en este mundo y que "nada es para tanto, ni nada es para siempre".
Todas estas últimas historias las he podido compartir con la persona que amo. Ha sido difícil, pero fácil al mismo tiempo... qué ironía! Creo que hemos aprendido mucho uno del otro en este tiempo y eso ha alimentado mi alma, tanto para bien como para mal. Sólo así hemos logrado ese equilibrio que nos da la paz para desear estar cada momento juntos.
En nuestras coberturas diarias aprendemos algo nuevo. Lo admiro y sé que él siente lo mismo por mi. Ha confiado en mi y en lo que hago; y a pesar de que sabe que soy nueva en esto dice que lo hago muy bien y que está orgulloso de mi. Se siente tan bonito escuchar que la persona que uno ama te reconozca no sólo lo buena persona que uno pueda ser, sino también en el ámbito profesional.
El martes obtuvimos nuestra primera portada del periódico juntos. Y aunque no fue del todo lo que deséabamos, el ir y venir, trabajar juntos nos ayudó a crecer como pareja. Me ha tomado fotos muy lindas y ahora me enseña a andar en bicicleta... A veces me pregunto ¿dónde estaba? Pero sé que dios lo estaba preparando para mí, así como a mi para ser mejor mujer y mejor persona sólo y exclusivamente para él.
Ahí les pongo una foto que me tomó y que dice mucho de cómo a su lado es el único momento en que puedo estar en paz. Y otra que yo le tomé para que lo conozcan... ya es hora no?
Estoy en "mi" sofá. Al fondo se ven unas hermosas rosas rojas que me regaló. =)
Ahí lo tienen... él jura y perjura que nunca había sonreido así... le creo, porque él me tiene igual.
PD. Tengo que contarles de don Nicho... se lo merece. Pero esa en otra oportunidad, prometo escribir más seguido.
Por cierto, perdón por la ausencia, pero arriba ya quedó explicado, qué no?
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