Uno nunca se pone a pensar en lo que tiene hasta que lo pierde, es un hecho, no un dicho. Las tan poco valoradas horas de sueño antes de tener un bebé son tan preciadas los primeros meses de tener a tu pequeño (a) en casa.
En más de una ocasión he llegado a la conclusión que, si una tiene el privilegio de dedicarse exclusivamente a su bebé, nosotras, las mamás, debemos dormir como bebés!
Es decir, si el bebé se duerme a las 3 de la tarde por 5 horas, APROVECHAR y dormir a la misma hora y la misma cantidad de tiempo; y es que de no hacerlo y dedicarse a hacer los quehaceres de la casa mientras el bebé duerme es una muy mala idea y una termina más agotada que si hubieras dado de amamantar por 100 horas seguidas.
Si una está descansada, el tiempo que compartas con tu bebé también será espectacular, porque podrás jugar con él (ella) y disfrutar de esas hermosas cosas que hacen los bebitos, como sonreirte!!
(Emilia comenzó a reirse los primeros días de llegar a casa, quizá fue sólo un reflejo, pero en cuanto lo hizo me deshice de la emoción y sí, derramé mis primeras lágrimas de mamá :D )
Tener por lo menos un espacio para nosotras como individuos es súper importante en el comienzo de una nueva vida con un bebé en casa; quizá sólo sea el baño diario (al principio para mi bañarme era MI momento y lo ADORABA), o ver tu programa favorito, puede hacer una gran diferencia.
Entre las cosas que son INDISPENSABLES tener para contar con la tranquilidad de dormir la platicaré en otro post.
Ahora que ya son las 12 de la noche, aprovecharé que mi adorada hija duerme desde las 10 de la noche y no despertará hasta que pasen por lo menos un par de horas y descansaré antes de que despierte y entonces yo sea la cansada y ella una fresca lechuga. ABUR!
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