jueves, julio 20, 2006

Consuelito

Tener 28 años es quizá mi mayor proeza. Digo, uno no llega a esta edad tan fácil, pero sobre todo, tan linda como yo. =) (Pobre del que diga lo contrario)
Llegar a los 40 imagino será otro logro, a los 60 uff!!! ni siquiera lo concibo!!
Y ella tiene 87 años. Sí, 87. Qué tal!!!
La conocí hace 8 años, tendría como 78 y no es que tener 78 demerite su vida, sino que no la veía tan grande, ya que podía caminar sin bastón, no usaba lentes ni aparato en el oído, y platicaba como si las cosas hubieran ocurrido ayer.
Pero hoy fue distinto. Ya no puede ver ni escribir ni comer bien ni caminar. Y fue triste.
Todos los años, en julio, voy por ella a su casa para llevarla a renovar su seguro social. Ella tiene que ir porque los %&#%&#% del Seguro Social no hacen los trámites si no la ven. Eso claro que me enoja, sobre todo por lo ya explicado de su situación.
Y me acompañó.
Se sentó en una de esas sillitas incómodas de color verde y toda encorbada sólo alzaba su carita para ver qué hacía con los papeles que tan celosamente guarda en una bolsa de plástico de rayas anaranjadas y blancas.
De repente volteaba a verla y sólo se reía. ¿Con quién? Quién sabe, pero sonreía.
Estuvimos ahí desde las 8 de la mañana. Sí, muy cansado para una señora de su edad, pero si le preguntaba si tenía sueño me gritaba: "yo no tengo sueño, pero usted sí, ¿verdad?", =)
Mientras esperaba una de las tantas hojas para comenzar con el trámite fui a sentarme a su lado. Sin pensarlo recargué mi cabecita en su hombro y soltó una risita, alzó su bracito izquierdo y me acarició la cabeza incansablemente. Nunca había disfrutado tanto algo así.
Le tomé su mano y estaba fría. Y como si adivinara mi pensamiento me dijo: "tengo las manos frías, pero más fríos tengo los pies". Chiquita!
Así que para no sacarla de nuevo al frío, decidí hacer los trámites sola y dejarla ahí un ratito.
Subí, baje, salí, saqué copias, fui al banco, regresé, volví a subir, bajé de nuevo y, ella seguía ahí sentadita.
Terminé de hacer todo eso a las 10.30 de la mañana.
Ahorita efectivamente tengo sueño. Levantarme a las 5 para estar lista a las 6 e ir por ella fue algo cansado. Pero confieso que todos los años lo hago con gusto, pues es como la abuelita que nunca tuve. Y hoy no creo que nada supere lo siguiente: Me entregan los papeles y su nuevo carnet, me volteo, la veo, me acerco y le hago señas de que ya está listo su carnet listo, y alza su carita, me ve, se ríe y aplaudió!! Estaba contenta de haber terminado todo antes de lo pensado.
A poco no es un sol doña Consuelo?

4 comentarios:

Okzelui dijo...

Debes de querer mucho a esa señora. Sómo la conociste?....

Fairest Creature dijo...

Sí, yo me uno a la curiosidad de tu otro comentador, quiero saber cómo la conociste.

Las abuelitas son la onda, no importa si son de a deveritas o si se las encuentra uno por el mundo y se las apropia.

caesare dijo...

Yo nunca tuve la fortuna de tener abuelita...y la unica que tuve nunca nos quizo...pero bueno, debe de ser padre....o no?

Ivonne dijo...

Gracias por su curiosidad.
Pues resulta que me la apropié. La conocí de casualidad en una iglesia. Es un sol. Dejenme comprarme una cámara (que ya ansío)y ya verán cuántas fotos no le tomo. =)