Los secretos del corazón

Nunca se termina por conocer a una persona... Ni aunque vivas con ella.
Quizá puedas conocer qué tipo de ropa le gusta, si prefiere el agua de limón a la de naranja, si duerme del lado derecho o prefiere ocupar toda la cama, si usa chanclitas para bañarse o prefiere contraer hongos en sus pies, e incluso qué tipo de comida es su favorita.
Sin embargo, pasan inadvertidos detalles tan importantes como el saber qué significa una mirada o el tono de voz.
Pero ¿cómo descifrar los silencios, los momentos en que se pierde en sus recuerdos y su mirada se queda fija en un lugar?
Ahí están sus alegrías, sus temores, sus fobias, sus dudas... sobre todo sus dudas. Todo lo interesante y es lo que se desconoce.
Los sentimientos guardados. Eso es peor que no conocer suficiente a los demás.
Hoy mi corazón se duele por haber provocado en un ser querido un sentimiento contrario al amor. Qué contradicción!!
Hasta sus ojos se volvieron cristalinos y evitaban a toda costa mirarme...
Sólo para tí: Perdóname. Desde el fondo de mi corazón sale esta petición. Si en algún momento hice o dije algo que te lastimó, recuerda que tampoco soy perfecta y que también cometo errores... muchos, para ser exactas.
Nunca ha sido mi intención lastimarte.
A tí, quien siempre me ha dado aliento. A tí, quien siempre sabe abrir sus brazos para escucharme. A tí, quien eres como mi mamá... A tí, a quien nunca quisiera herir de ninguna forma.
Sé que de alguna manera ya lo hice y eso me destroza el corazón.