Tengo miedo.
Si hay un dios seguramente me estará señalando.
¿Es acaso un signo de culpabilidad?
No quiero andar así. Indecisa.
Lo peor de todo es que la decisión es muy clara.
¿Cómo el infierno puede ser al mismo tiempo el paraíso?
Estoy a punto de destruir algo que apenas comienza a dar sus frutos... y tampoco quiero estar sin él.
La otra parte me ofrece una estabilidad emocional, pero a qué precio?
No quiero andar así. Indecisa. Y sí, ya sé que eso ya lo dije, pero tengo la esperanza de que repitiéndolo muchas veces desaparezca.
Mi miedo se debe a que estoy a punto de enamorarme. Si me enamoro pierdo. Como me he perdido en el mar de su boca.
Nunca me había costado tanto trabajo hacer lo correcto. Y hoy me doy cuenta que hacer lo correcto no siempre es hacer lo que uno quiere o desea, sino lo que está bien. Es hora de hacer lo correcto... aunque duela.
Nota: Una clave para saber de mi indecisión es mi forma de escribir. Tan tajante.
DIARIO IMAGINARIO V
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Dijo que conoció a un viejo que vivía bajo un árbol junto al mar, que decía
que los faros y el Sol nunca se llevaron bien.
Romeo, en sus ropas azules, co...
Hace 13 años.
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