sábado, octubre 07, 2006

Lo prometido es deuda...

Ahí les va el mail que Luis me envió ayer después de mi petición para que hablara de nuestra "historia de amor".
Yo ya me cansé de leerla, así que ahí les va

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Cuando leas esto no olvides que te quiero

Está de más recordarte cómo empezó todo. Fue algo incluso trivial, que pudo haber quedado en un mensaje amistoso que se borra y olvida en un par de días, pero no fue así, y ahora estamos aquí.
Han sido unos meses muy extraños en mi vida, que se ha cimbrado como no pensé que podría ocurrirme. No lo pensé porque yo estaba en una etapa perfecta, no necesitaba más de lo que tenía y tampoco buscaba nada, por el contrario, veía hacia adelante con optimismo, con ilusión porque daba un paso muy importante y porque sentía que tenía todo en mis manos para hacer las cosas bien.
Y de repente nos encontramos o, más que encontrarnos, reparamos el uno en el otro, porque siempre habíamos estado juntos, pero sin vernos. Ese momento, cuando me di cuenta de quién había estado tan cerca de mí por años, me sorprendió. No es que nunca hubiera visto con interés a otra mujer cuando yo ya estaba en una relación firme, pero tenía tanto tiempo que eso no me ocurría (y yo pensaba con firmeza que no me volvería a pasar), que me pasmé.
Después pensé que lo olvidaría con el paso de los días, como siempre sucedía, pues tras conocer bien a esa persona que me movía el piso me daba cuenta de que simplemente era una buena mujer, pero que no tenía sentido buscar algo más. Esta vez me equivoqué, porque cada vez que te veía me gustabas más, cuando platicamos te encontraba más interesante que la vez anterior, descubría que me gustaba tu sonrisa, tus ojos, tu mirada, tu cuerpo, tu forma de pensar, y aunque sabía que estaba jugando con fuego, no me detuve.
Creo que debí pararme a tiempo, alejarme de ti y poner en claro mis sentimientos y pensamientos, pues aún ahora no me reconozco. ¿De verdad ya no amo a mi mujer? ¿Entonces por qué sigo con ella? ¿Cuánto me va a durar lo que siento por ti? ¿Es una crisis por la que estoy pasando? ¿Es normal? ¿Es suficiente el tiempo que te he tratado para conocerte y saber que de verdad quiero iniciar una relación contigo? ¿No me estoy deslumbrando?
Estas dudas son sólo una parte del problema. La otra es el hecho de que me siento muy mal por lo que estoy haciendo. Le estoy mintiendo y no se lo merece, nadie se lo merece, pero ella menos que nadie, porque confía en mí por completo, me ama y se ha entregado sin concesiones, ha puesto su vida en mis manos, al igual que yo he puesto la mía en las suyas. No puedo recordar una sola vez, una, en que me haya lastimado. En cierto sentido, ha sido perfecta. ¿Por qué le pago así? ¿Por qué justo ahora, cuando decidimos tener un bebé, cuándo más seguro estaba de mis sentimientos y de lo que quería?
Y también pienso en ti, en que no deberías estar en ese sitio, porque te estoy haciendo mucho daño. Te lastimo cuando nos despedimos por las noches y tú sabes que voy a estar con ella, cuando no puedo llamarte un fin de semana desde mi casa, cuando no puedo verte con libertad, cuando no puedo ir a tu casa por ti, invitarte a salir, pasar una noche contigo.
Me causa una gran tristeza el hacerte todo ese mal. Te quiero mucho, y no te quiero más porque sé que sería como el desborde de una presa, que no me importaría nada y cometería todo tipo de atropellos, dañaría a gente que no tiene por qué pagar mis errores o debilidades o inmadurez. Por eso trato de contenerme, porque quiero cerrar una etapa antes de empezar una nueva, porque no puedo ni quiero estar peleando en dos frentes.
No dejo de pensar que si las cirunstancias fueran otras, nuestra suerte sería mucho mejor, pero por ahora lo único que podemos hacer es encontrar una solución. Alguien va a salir lastimado (tal vez todos), pero esto tiene que acabar pronto, no quiero que se extienda y haga heridas más profundas. O todo o nada.

3 comentarios:

Araceli dijo...

Amiga, creo que es un hombre muy sensato al pensar en las consecuencias, muchos hombres no miden esto y dejan llevar las cosas más allá. Creo que hace bien en frenar las cosas y pienso que debe tomarse su tiempo para pensar qué es lo quiere. Aplaudo que él piense en su mujer porque creo que si es tal cual la describe no tiene derecho a hacerle algo así. En estos momentos en que se convertirá en padre debe pensar mejor las cosas y no jugar con nadie, ni tú ni ella se lo merecen y creo que tpu deberías alejarte y dejar que piense qué es lo que quiere en su vida, porque tú acabas de salir de algo doloroso como para ingresar a otro dolor amiga. Te quero mucho.

Anónimo dijo...

Culpabilidad, vinculos, muchas cosas nos llevan a dar una oportunidad a alguien. Dar el gran paso y dejarla es dificil.
Si ademas ella empieza a demostrar que lo quiere. Suelen hacerlo.
Solo espero que él reaccione pronto y que cuando se dé cuenta que eres la indicada no te haya perdido.
Nadie se enamora de una tercera persona si quiere y respeta a su pareja, esta claro que él se enamoro de ti y solo está perdiendo tiempo en sentirse bueno.
Saludos

Anónimo dijo...

Mira Ivonne, no creo que fuese buena decisión entrar en la vida de ese hombre con las circunstancias que él tenía, supongo que hay cosas que no se pueden controlar. Pero al menos la sensatez llegó a tiempo, y el tiempo te dirá que hicisteis lo mejor si decidísteis parar lo que llevaba a una gran tormenta de tormentos.

un beso.