viernes, octubre 06, 2006

Mi ángel de la guarda

Desde la tarde estaba triste, pero fue algo que no pude evitar.
A las 21:40 horas mi ángel de la guarda llegó. Me alivió y tranquilizó como nadie más podía hacerlo y vino a mi auxilio, evitando que cometiera así un error.
Me hizo entender que no debía llorar ni sentirme triste por ese mail, porque sólo fue escrito con sinceridad y honestidad, ambas cosas necesarias para iniciar una "relación", sea cual sea.
También me preguntó qué es lo que realmente sentía por él y se sorprendió de mi respuesta, y me advirtió de las "consecuencias" que eso podría traer, que debo ser consciente de los problemas que puede causar.
Y ahora sé que si algo pasará entre nosotros, de nada sirve preguntarme una y otra vez incansablemente por qué no es ahora, todo llega en el momento preciso, en ese que ha sido destinado para nosotros.
Es curioso, lo que tenemos que aprender está siempre delante de nuestros ojos y no siempre lo vemos...
Hoy fingí ser fuerte, pero porque en realidad soy débil ante este tipo de situaciones, soy más vulnerable de lo que yo misma creo... y no puedo engañarme siempre.
Mi ángel de la guarda se llama Ana, y es, afortunadamente, mi mejor amiga. La que llega siempre sin llamarlo y nunca se va aunque se lo pida. Te quiero.

1 comentario:

ILD dijo...

"Ana" es humano? Si no es asi, me gustaria platicar contigo...