jueves, junio 01, 2006

tranquilidad


El día se vio triste.

El cielo ha sido mi cómplice y mi aliado. Se ha mostrado triste también.
A veces uno no entiende por qué pasan ciertas cosas, otras veces lo que nos parece justo para otros es injusto y viceversa, pero todo es cuestión de percepciones, como diría un escritor brasileño que me encanta: "si tan sólo nos centraramos más en las emociones que en los hechos, seríamos más felices".
Dejarse llevar por los sentimientos a veces suele ser contraproducente. Pero quizás es más contraproducente sólo pensar en lo que se hará con nuestros sentimientos.
Hay ocasiones en que el punto final es el punto de partida y un referente importante para la vida, pero uno no puede darse cuenta hasta que se está ahí.
Es triste darse cuenta hasta el final.
Y desgracidamente la vida no es como en las telenovelas, donde los finales son felices.
Sueño tranquilizador.
Salida de la nada, vino a buscarme para llevar a x lugar, pero que según decía era "importante y urgente que fuera".
Nos veía en lugar grande, con mucha gente y ruidos ensordecedores. Gente caminando a mi alrededor, sin decir palabra; después vi un avión. (Supuse entonces era el aeropuerto).
Corrimos, me paralicé y me senté a llorar y llorar. Ella estaba a un lado y sólo me miraba.
Y sentí su mano en mi hombro, levanté la mirada y ahí estaba él. Se agachó y me abrazó.
Sólo acertó a decir: "ya estoy aquí".
Me desperté más tranquila. Como que mi alma quien lloró y de cierta forma me liberó.
¿Cómo puede uno liberarse con un sueño?

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