Un día ejemplar!

Las cosas no podían ir PEOR!!

Mi ojito sigue enfermo, mi garganta está irritada, traigo zapatos nuevos y se me hincharon los pies, comí hasta que ya no pude (de hecho, aún no reviento), y al salir de la cocina donde comimos, llovió yeso.
Sí, como usté lo oye, llovió yeso.
Wonka a mi lado izquierdo y Adriana a mi derecho, no pudieron salvarse.
Llevaba puesta mi chamarra negra porque con el dolor de garganta y el viento que hacía, no podía exponerme, y después de la lluvia de yeso terminé como perro dálmata, pero al revés!!!
Lo mejor fueron los insultos y la sorpresa al ver nuestra ropa y cabeza con puntitos blancos.
Primero volteamos y vimos al tipo $%#$ riéndose, obvio que lo miramos despectivamente y le dijimos: "maldito $%#", pero más risa le dio al canijo!
Atravesamos la calle, nos quedamos en el camellón y al cruzarnos Wonka pegó un gran grito que volteamos a verla. Adriana y yo no pudimos más que reirnos, hubiera estado genial tomarle una fotografía, pues su expresión de angustia fue lo mejor de la tarde!!! Aunque también su frente y cabello lleno de yeso...
Terminamos riéndonos del suceso, pero corrimos al baño e intentamos quitar las manchas. Y nos dimos cuenta que no se quitaban!!
Las tres quedamos con la cabeza bañada de yeso, pero el recuento es el siguiente:
Wonka se quedó con una gran mancha en su camisa y otras más en la parte baja de su patalón.
Adriana con todo el pantalón y blusa "favorita" salpicada.
Yo... uhm! yo, con toda la chamarra sucia, el pantalón y hasta los zapatos.
Luego se partió el pastel de mi querida y amada amiga Perla... a pesar de que tuvo toda la semana pasada, cuando no vine, para partirlo... noooo quiso hacerlo cuando yo venía!!! Agrrr!!!

Y ahora mi también querida, pero más adorada jefa nos pide un informe de nuestro trabajo... como si no tuvieramos qué hacer.

Genial mi día, ¿no? A ver si no ocurre otra cosa en lo que me resta de día...